¿Cómo podemos lograr la revolución colaborativa? Parte 1
En una empresa hay tres fuerzas en lucha permanente.
La economía capitalista y neo liberal en la que vivimos inmersos
desde la revolución industrial "solo" tiene dos inconvenientes:
- Es propensa al agotamiento de los recursos naturales y las fuentes de energía.
- Es propicia a la acumulación de riqueza y poder en unas pocas manos.
En la empresa capitalista se enfrentan tres* intereses
contrapuestos:
- los de los clientes,
- los de los empleados
- y los de los inversores.
*En las empresas grandes, podríamos considerar un cuarto
“stakeholder”: los directivos, que son puestos por los accionistas para que maximicen los beneficios de la empresa (aunque en
realidad estos miran más bien por sus propios intereses, en forma de contratos
blindados, dietas de asistencia a juntas, planes de acciones, planes de pensiones, tarjetas black,
etc… pero esta es otra historia)
A los clientes les
interesa que la empresa venda sus productos o servicios al menor precio posible. Pero esto va en contra del beneficio de los accionistas. Estos contratan a los ejecutivos,
no para que vendan los productos a su precio de coste mas un beneficio
razonable, sino para que los vendan al mayor precio que los clientes estén
dispuestos a pagar. Normalmente los ejecutivos invierten dinero de la empresa
en técnicas publicitarias para aumentar artificialmente el valor aparente de
los productos para los consumidores. De este modo consiguen aumentar los
beneficios y justificar así sus retribuciones, que en ocasiones resultan
escandalosas (para alguien que no es él mismo un empresario que arriesgue su
propio dinero en el negocio, sino un empleado aventajado).
Los empleados, que
producen los bienes o servicios de la empresa. Esperan recibir un sueldo digno
por su trabajo; pero los economistas que gobiernan la empresa contemplan esta
partida como un gasto que reduce los beneficios, y harán lo posible por
reducirla, ya sea mediante recortes de sueldos o condiciones laborales,
subcontrataciones, deslocalizaciones, EREs, despidos, contratación de becarios
o empleados a tiempo parcial, etc.
Una forma de evitar este conflicto de interesas son las cooperativas, en las que los empleados son a la vez los dueños de la empresa.
La tercera fuerza en conflicto, el capital, resulta ser la que tiene
la sartén por el mango. Las empresas tienen necesidad de invertir en medios de
producción e investigación para desarrollar sus productos y servicios, y
normalmente recurren a la banca o a los mercados financieros. Esta capacidad de
inversión masiva solo la tienen empresas financieras o aquellos afortunados que
poseen mucho más de lo que necesitan para vivir; y solo la conceden a cambio de
la promesa de obtener pingues beneficios, por lo que exigen regentar el poder en la empresa,
nombrando los miembros del consejo de administración, que son los que fijan los precios de los productos, los sueldos de los
empleados y las retribuciones de los propios accionistas.
¡Ya imagináis quien sale ganando!
¡Ya imagináis quien sale ganando!
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